La clase del viernes 30 de noviembre fue un poco accidentada en 1º de ESO. Apenas avanzábamos porque todo lo que yo nombraba y todo lo que citaba el libro os sonaba a chino. ¡Cómo es posible que nunca hayáis oído hablar del Cid! O de los juglares, o de la Torre de Babel, o de la plaza del Obradoiro...Uffff... Y que no sepáis qué es una caricatura, un biombo, una alondra, quién es el rey de España... Con vosotros es imposible dar una clase de literatura decente. No sé por dónde empezar a paliar tamaña ignorancia...
Primero algunas imágenes:
Una alondra:
Un biombo:
Las caricaturas de algunos jugadores de fútbol:
Y por cierto, ¡el rey de España el Don Juan Carlos I de Borbón!
Y ahora algunos vídeos explicativos.
Empezaremos por la Torre de Babel, que es lo más antiguo:
Todo empezó porque a Eloy (1º A) le asombró que existieran lenguas diferentes, que no todos los humanos utilizáramos el mismo sistema para comunicarnos. Entonces yo os hablé de una época remota (pero cierta) donde en toda la cuenca del Mediterráneo e, incluso más allá, hacia el Sur y el Oriente, se hablaba una misma lengua o lenguas emparentadas, intercomprensibles. Esa época terminó probablemente entre el tercer y segundo segundo milenio a. C., cuando se empezaron a hablar en el Sur de Europa, Próximo y Medio Oriente, y Norte de África, multitud de lenguas diferentes pertenecientes a distintas familias lingüïsticas. La Biblia nos ofrece una explicación mítica de esa división lingüística: la historia de la Torre de Babel, que aquí tenéis en dibujos animados. (No os olvidéis que se trata de una explicación mítica, literaria. La causa real no fue otra que las migraciones indoeuropeas. Atended a la parte final del vídeo, "Para saber más"):
Y a otra cosa, mariposa. ¿Quién fue el Cid? Aunque lo estudiaremos extensamente en cursos posteriores, aquí os dejo más dibujos animados: El Cid: la leyenda, para que tengáis una ligera idea de quién era este personaje.
(Es solo la primera parte de la película. A quien le interese puede seguir buscando en internet el resto de los episodios).
Y ahora lo más imperdonable de todo. ¿Cómo no habéis ido nunca a Santiago?¿Cómo no os habéis situado con los ojos cerrados en el centro de la plaza más bonita del mundo (que me perdonen los salmantinos, los peruanos, los moscovitas, los italianos..., hay decenas de plazas preciosas pero ya se sabe que a cada pajarillo le gusta su nidillo) y los habéis abierto poco a poco y girado lentamente mirando alrededor? Esto es un sucedáneo barato, pero es mejor que nada:
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