Como las primeras descripciones subjetivas (literarias) que tuvisteis que hacer no estaban demasiado logradas, seguimos practicando esta modalidad textual. En esta ocasión, se trataba de describir desde un punto de vista personal, un zapato, un árbol o un coche. Estos son, en mi opinión, los textos mejores:
El zapato
Sobre una suela blanca y aserrada se forma el traje que cubre el pie, con una tela de poliéster azul y unas tiras blancas de piel. Los cordones son de hilo blanco y se entrelazan por los ojales como si los herretes los persiguieran.
La tela que forra el zapato por dentro es rosa y de algodón, para que al meter los pies sea como tocar las nubes, suave y agradable.
En el talón lleva tres hojas formando un abanico: el símbolo de la marca Adidas. (Laura Rodríguez, 1º B)
El árbol
En medio de un jardín brillante y verde como la esmeralda, hay un camelio lustroso y lleno de florecillas bellas y relucientes. La sombra que presta es maravillosa, te tumbas debajo de él y sientes cómo una pequeña ráfaga de aire recorre tu cara. Puedes escuchar el ruido de las hojas al moverse; en cambio, sus raíces duermen tranquilas y calladitas debajo del jardín.
Al camelio siempre se le olvidan dos cosas muy importantes: hacer que sus camelias huelan bien y hacer que sus camelias no se marchiten tan rápido porque, cuando no le quedan más flores, el camelio se pone triste; pero cuando el invierno llega, las flores cogen carrerilla y ya salen todas relucientes, y el árbol se pone muy contento, sobre todo en esta época, que es fría pero bonita.
(Eva Ferreira Tellado, 1º B)
Pronto añadiremos las redacciones de 1º A.
El árbol
En medio de un jardín brillante y verde como la esmeralda, hay un camelio lustroso y lleno de florecillas bellas y relucientes. La sombra que presta es maravillosa, te tumbas debajo de él y sientes cómo una pequeña ráfaga de aire recorre tu cara. Puedes escuchar el ruido de las hojas al moverse; en cambio, sus raíces duermen tranquilas y calladitas debajo del jardín.
Al camelio siempre se le olvidan dos cosas muy importantes: hacer que sus camelias huelan bien y hacer que sus camelias no se marchiten tan rápido porque, cuando no le quedan más flores, el camelio se pone triste; pero cuando el invierno llega, las flores cogen carrerilla y ya salen todas relucientes, y el árbol se pone muy contento, sobre todo en esta época, que es fría pero bonita.
(Eva Ferreira Tellado, 1º B)
Pronto añadiremos las redacciones de 1º A.
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