Hace unos días hablamos en clase de la censura y yo os ponía como ejemplo, entre otros muchos, las películas de Tarzán, protagonizadas por el campeón del mundo de natación Johnny Weissmüller. Os hablé de ellas precisamente para ilustrar la censura en el Hollywood de los años 30 y 40. Ciertos aspectos de las películas se censuraban ya en EE.UU y luego tenían que pasar todavía por "la tijera" española, o sea, que, al final no nos enterábamos de la misa la media. En el caso de Tarzán se censuraron en la propia América distintos aspectos: desde el atuendo de Jane hasta la posibilidad de que ella concibiese un hijo de Tarzán. El hijo de ambos en la versión cinematográfica, Boy, fue hallado en la selva como único superviviente de un accidente de aviación y fue adoptado por la pareja; mientras que en la novela original de Edgar Rice Burroughs Jane y Tarzán tenían un hijo biológico al que llamaron Jack, como su abuelo.
La mayoría de vosotros no habíais visto en vuestra vida ninguna de esas películas, aunque a algunos os "sonaba" el nombre de Tarzán (¡menos mal!). Tarzán es un verdadero mito de la cultura de masas y no conocerlo es una laguna imperdonable. De la literatura pulp, saltó al cine, la televisión y la historieta. Se han hecho multitud de adaptaciones cinematográficas de las novelas de Burroughs, pero sin duda el tarzán más auténtico e imborrable será siempre para muchos de nosotros el representado por Johnny Weissmüller. No haber visto ninguna de esas películas es un error intolerable, así que para que por lo menos sepáis de que estoy hablando dejo aquí un vídeo que os permitirá por lo menos ver las caras de los protagonistas:
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